Perdónate y sana tu alma

Perdonarnos a nosotros mismos es mucho más difícil que perdonar a los demás. El sentimiento de culpa por lo que haya sucedido en el pasado, la ira, y el resentimiento nos puede causar una total infelicidad. Nada de lo que hagamos nos hará felices porque siempre estará "eso" que nos lo impide. Perdonarse, es esencial para liberarse y seguir adelante. Es una forma de sanar tu interior, tu espíritu, pero también de sanar tu cuerpo, ya que el no ser felices nos afecta también nuestra salud.

Nunca debemos aferrarnos al pasado, sea bueno o malo, ya que nos impide vivir plenamente nuestro presente. Muchas veces se puede pensar que es muy difícil superar los sentimientos de culpa, esa culpa que puede resultar dolorosa. Y lo que nos impide salir de esa prisión en la que nos hemos encerrado es la creencia de que debemos condenarnos por lo que sucedió. Y no importa las oportunidades que la vida nos dé para salir adelante, nos saboteamos, porque no nos creemos merecedores de ser felices.

Pasos para superar sentimientos de culpa

1. Acepta cómo te sientes

Acepta el hecho de que experimentas ira, miedo o resentimiento. Acepta cómo te sientes y de ese modo puedes trabajar en cómo superarlo. Entiende que esas emociones negativas son producto de no perdonarte. Cuando te perdones esas emociones no serán parte de tu vida.

2. Acepta tu imperfección humana

Todos cometemos errores, y muchos. No seas tan duro contigo mismo, no vas a ser el primero ni el último que cometa un error, y tampoco el único que no lo supere.

3. Comprende la importancia de perdonar

Vivir en constante reproche nos drena la vida, nos deja sin energías para continuar. Analiza lo sucedido, todo tiene su razón de ser, todo tiene una lección que aprender. Esa lección puede ser la fuerza que necesites para continuar tu vida.

4. No te castigues

El pasado no lo podemos cambiar, no tenemos una varita mágica que nos ayude a borrar lo que no nos gusta. Pero castigarte todo el tiempo tampoco va a hacer que las cosas cambien. Perdonar no es olvidar, porque es muy difícil olvidar situaciones que nos han marcado, pero al perdonarte ese recuerdo no te va a afectar como lo hacía. Sería más saludable pensar que no estuvo bien lo que sucedió, pero que ya nada se puede hacer para cambiarlo. En cambio, lo que hagas de ahora en adelante si puede cambiar como será tu futuro.

5. Enfrenta a tus miedos

Si para perdonarte tienes que disculparte con alguien por algún daño causado, hazlo. No hay nada más sanador que hablar con esa persona, decirle de corazón, cuánto lamentas lo sucedido. Esto no es signo de debilidad, es tener la madurez de enfrentar una situación que por mucho tiempo te ha quebrantado tu paz espiritual.

6. Un paso esencial: acéptate

Al reconocer que no eres una persona perfecta, puedes llegar a entender que aunque hayas cometido un error o varios, eres una buena persona. Valórate, disfruta de nuevas experiencias positivas que te encaminen a rehacer tu vida y dejar el pasado atrás. Agradece lo que la vida te ha ofrecido y siempre busca el lado positivo a cualquier situación, aunque quizás sea un poco difícil de creer, siempre lo hay.

7. El perdón es un proceso

Ten presente que perdonar conlleva un proceso, hay que sanar heridas que en muchas ocasiones han estado por años mortificándonos día a día. Pueden haber días en los que te levantes y pienses que todo está perdido, no te desanimes, llora todo lo que quieras, pero al otro día sigue con más fuerza en tu proceso de recuperación. Días malos, todos los tenemos, es como si en ese día el sol no saliera, pero no te preocupes, mañana estará resplandeciente.

DEJA IR ESE PASADO QUE TANTO TE HIERE Y COMIENZA A SANAR TU ALMA. 

PERDONA A LOS QUE ALGUNA VEZ TE HICIERON DAÑO Y PERDÓNATE A TI MISMO. 

EL PERDÓN NO CAMBIA EL PASADO... PERO LE DA SENTIDO AL FUTURO.