Aunque
sea difícil de creer, la felicidad es un
estado mental. Sólo tú puedes elegir ser feliz o no, así de
simple. Las personas verdaderamente felices mantienen una mentalidad
positiva, incluso en momentos no tan positivos. No es que estén
felices las 24 horas del día, porque eso es imposible. A veces hay
situaciones externas de las cuales no se puede tener control, pero sí
se tiene el control de elegir cómo reaccionar ante esas situaciones.
Éstas son algunas de las cosas que NO hacen las personas que
realmente han tomado control de su vida porque simplemente han
decidido ser felices.
- No se preocupan por acumular posesiones materiales
Tener
una casa de lujo, varios autos y dinero suficiente en el banco, para
nada que es malo o negativo. El problema está cuando se convierte en
una obsesión acumular bienes y llega el momento que ni siquiera lo
disfrutas o te sientes infeliz aún cuando aparentemente lo tienes
"todo". Por el contrario, las personas felices se interesan
en las posesiones materiales con la mentalidad de que les va a ayudar
a vivir bien pero a la misma vez se interesan en ayudar a los demás.
Si tienen dinero son felices, y si no lo tuvieran aún así su
felicidad no cambiaría.
- No se preocupan por obtener nada a cambio
A
todos nos agrada algún cumplido inesperado
o alguna recompensa. Sin embargo, mientras
hay quienes anhelan reconocimiento, las personas que han elegido ser
felices, les gusta ayudar a los demás sin
esperar nada a cambio. Su verdadera recompensa
es saber que han podido ser útiles en las vidas
de otros.
- No les interesa ajustarse a las expectativas de la sociedad
La
gente está constantemente bajo presión para poder
cumplir con lo que dicta la
sociedad. El querer estar a la par con los demás,
te impide ser tú. Estás viviendo una vida que la eligieron otros y
tú lo has permitido. No se puede ser feliz cuando todas tus
decisiones o deseos están basados en lo que puedan pensar los demás.
Para las personas felices, las normas establecidas por la sociedad
simplemente no les importan. Ellos saben lo que son y lo que quieren.
No se dejan llevar por lo que otros entienden que es lo que se debe
hacer.
- No se preocupan por los prejuicios de la gente
Para
ellos no es importante la raza, la religión, las preferencias
sexuales ni cualquier otra cosa que pueda ser discriminatoria contra
el ser humano. No se preocupan para nada de eso, tratan a todos por
igual. Piensan que todos tenemos los mismos derechos y anhelan un
mundo que esté libre de prejuicios.
- No se preocupan por siempre tener la razón
El
cometer un error no les quita el sueño. Saben que todos estamos aquí
para aprender y el equivocarse no los hace menos que los demás,
nadie sabe todas las respuestas de la vida. Tienen el valor de
admitir que se equivocaron y escuchan las ideas que los demás puedan
tener.
- No les importan las comparaciones
El
comparar sus vidas con las vidas de los demás no está entre sus
prioridades. Si se fijan en las vidas de los demás es para aprender
de las cosas buenas que los demás puedan estar haciendo, no lo hacen
con resentimiento, envi o celos porque en apariencia a los demás les vaya mejor. Se concentran en su progreso y su competencia son ellos
mismos.
- No les gusta el chisme
Nunca
están pendientes a lo que hacen o dejaron de hacer los demás. Ellos
están contentos con su vida y no quieren desperdiciarla pendiente a
lo que hacen los demás. Piensan que cada cual tiene que tener su
espacio para vivir como desea. Los que promueven el chisme y los
rumores mal intencionados son personas que no están felices con sus
propias vidas y tienen que estar pendientes a las vidas de los demás. Viven a través de la vida de otros. Que triste.
- Se alejan de las relaciones tóxicas
Las
personas verdaderamente felices se rodean de gente optimista que
quieren más de la vida y que son capaces de construir relaciones
saludables. Evitan a las personas tóxicas las cuales pueden ser tan
extremas como quienes practican el abuso físico. También prefieren evitar a las personas que se pasan el día
insultando a todos, a los que tienen vicios dañinos, al igual que a los que se quejan constantemente de su miserable vida o los que
tienen cambios de humor dramáticos. Ellos prefieren alejarse de estas
personas que les alteran su paz interior.
- No les importa guardar rencores
Todos
en algún momento de nuestras vidas hemos sido heridos, por algo que
nos hicieron o nos dijeron. Quizás lo lógico sea que guardemos
rencor hacia esa persona o personas que nos hicieron daño. Pero
cuando tu mentalidad está en pro de ser feliz, te das cuenta que
guardar rencores sólo te afecta a ti, ya que puede que a esa persona
a quien detestas ni siquiera sabe lo que tú sientes, por lo tanto no
le afecta en lo absoluto. En cambio a ti te corroe la ira cada vez
que piensas en lo que sucedió y al final eres tú el único
afectado. Por lo que es más sencillo y saludable pasar la página y
continuar con tu vida. Al final la vida se encarga de cobrar deudas y
con intereses.
- No les gustan las mentiras
Se
podría decir que todo el mundo ha mentido en algún momento de su
vida. Aunque hay quienes hacen de las mentiras parte de su vida, y
no se dan cuenta que tarde o temprano todo sale a la luz. Todo lo que
esté construído con una mentira a la larga se derrumbará. Por lo
que las mentiras están descartadas si quieres mejorar tu vida.
- No culpan a los demás por sus problemas
Simplemente
saben que toda acción tiene una reacción y que todo evento que
surja en su vida ha sido consecuencia de sus propios actos. No se
quejan por lo que les sucede, al contrario, dan gracias por lo que
tienen y por el aprendizaje que han obtenido.
Recuerda...
La
vida no siempre es perfecta, a veces las cosas no salen como
quisiéramos, pero debemos entender que salen como debe ser. Así es
la vida. El ser feliz es una opción, sólo tú eres el responsable
de lo que eliges.
¡¡¡Así
que... elige ser feliz!!!
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